miércoles, 25 de abril de 2012

Montezanti - TXT - Editorial




El desarrollo del Juicio por Delitos de Lesa Humanidad cometidos bajo control operacional del V Cuerpo de Ejército en nuestra ciudad esta dando mayor amplitud a una arista del debate sobre la última dictadura muchas veces silenciada: el rol de los civiles. Es así como por ejemplo los nombres de Girotti y Sierra se repiten testimonio tras testimonio debido a las funciones desempeñadas en el juzgado encabezado por el juez Madueño, quien muriera impune. Este juzgado federal es señalado como parte del plan represivo de la dictadura.

Es en este sentido como Hugo Sierra y Gloria Girotti son acusados de encubrir delitos de lesa humanidad. Ambos  fueron mano derecha del juez Guillermo Madueño,  negando  hábeas corpus a personas privadas ilegítimamente de su libertad  y  persiguiendo a familias de desaparecidos para exigirles las costas. Girotti es señalada como cómplice de secuestros y torturas durante la dictadura, se desempeñó desde 1975 hasta 1979 como secretaria en dicho juzgado. Según el periodista Diego Martinez, el por entonces segundo comandante del Quinto Cuerpo de Ejército, Adel Vilas reconoció que a la noche se juntaba con el juez Madueño para hablar de la “subversión” y planificar. Incluso el propio fiscal Córdoba ha sostenido que Girotti y Sierra participaron de interrogatorios a detenidos con visibles marcas de tortura, hechos que no figuraban luego en los expedientes.

Ya quedan cada vez menos dudas de que el autodenominado “Proceso de reorganización nacional” debe ser caratulado como dictadura cívico militar. Los vínculos directos de los militares con sectores del poder económico se vieron representados por la figura de Martínez de Hoz, y de empresarios como Fortabat o Noble que agigantaron sus patrimonios a costillas del Estado Argentino, viendo incluso saldadas sus deudas a partir de la nacionalización de la deuda que hiciera Domingo Felipe Cavallo a cargo del Banco Central por esos años.

De esta forma en Bahía Blanca el primer apellido que sobresale es el de la familia Massot a cargo de La Nueva Provincia.  Socios y sostén ideológico del genocidio, actuaron como grandes legitimadores sociales. En sus páginas y editoriales se puede ver, incluso 36 años más tarde, el rol nodal que desempeñaron. Es imposible no recordar el vil asesinato de Enrique Heinrich y Miguel Angel Loyola, dirigentes sindicales y obreros gráficos del diario local.

Continuando con el rol de los civiles, durante el mes de Abril del 2010 los bahienses conocimos un listado desclasificado desde la Comisión Nacional de la Memoria, donde se hacía mención a personas de Bahía Blanca que se desempeñaron como personal civil de inteligencia del Ejército Argentino. Entre los diversos nombres de nuestra ciudad sobresalió el del actual Juez de Faltas, Ricardo Antonio Germani, quien fuera incluso defendido por la Corporación del Comercio local y protegido por el por entonces Intendente Cristian Breitenstein.

Néstor Luis Montezanti, conocido docente de la UNS, según la mencionada “Nómina del Personal Civil de Inteligencia que revistó en el período 1976/1983”, foja 67, fue también personal civil de inteligencia. Cabe mencionar que según el fiscal federal Abel Córdoba “en otras jurisdicciones, el personal civil de inteligencia que figuraba como 'agente de reunión' aparece secuestrando personas, en interrogatorios o infiltrados en algún ámbito propio, como un sindicato”. El propio Montezanti reconoció que su rol era el de “asesor universitario” de la dictadura.

Montezanti también acumula denuncias en el Consejo de la Magistratura por parte del sindicato de judiciales a raíz de supuesta violencia laboral contra sus empleados, y un juicio académico pedido por Dante Patrignani. Además Montezanti es vinculado con la conformación de la Alianza Anticomunista Argentina bahiense, que la Justicia acreditó en 2007 en un juicio que llevó contra Alberto Rodríguez por “calumnias e injurias”, aunque no se pudo extraer de ello más que una “filiación ideológica”.

Son intolerables los intentos que existen todavía, fuera y dentro de la Universidad Nacional del Sur de amparar con impunidad a quienes fueron resortes fundamentales del aparato represivo de la última dictadura y que inadmisiblemente siguen ocupando hoy espacios en instituciones democráticas. Es necesario caminar hacia un NUNCA MAS definitivo. 

GRUPO 83

en el Frente de Integración Ciudadana