jueves, 30 de agosto de 2012

MASSOT - PXP Editorial

En esas vísperas, ya la sociedad argentina se había convencido de que terroristas y guerrilleros del ERP, de los montoneros y de otras bandas perseguían un mismo propósito: destruir o disolver el orden social vigente, para instaurar después su propia dictadura (…) Sólo un rumor, todavía incierto, quedaba para la esperanza: la intervención abierta de las Fuerzas Armadas. De ahí que, al hacerse cargo del gobierno, fueran saludadas por la unanimidad de la opinión y se les otorgase tácitamente la más amplia libertad en los procedimientos a aplicar como remedio heroico. Nadie se opuso, nadie objetó; ni el pueblo ni los partidos políticos, oficialistas u opositores. Salvo los terroristas y guerrilleros que sintieron llegar el ocaso de la impunidad que habían gozado hasta entonces”
La Nueva Provincia – Editorial del 24 de Marzo de 2004.


Coherencia, si algo ha caracterizado a la familia Massot a lo largo de todos estos años ha sido la coherencia. Coherencia en defender los privilegios, coherencia en aplaudir cada uno de los golpes de Estado que azotó nuestro país, coherencia en amparar los crímenes cometidos por la dictadura genocida, coherencia en oponerse fervientemente a cualquier proceso político popular.

Cada una de las páginas del diario “La nueva provincia” se encuentran manchadas con sangre. Resuena sin lugar a dudas el asesinato de dos de sus obreros gráficos: Enrique Heinrch y Miguel Angel Loyola, cómo también el de cada uno de los compañeros desaparecidos, cuyos crímenes fueron aplaudidos por “La Nueva” presentando alegremente en sus tapas los falsos enfrentamientos, que no eran otra cosa que fusilamientos encubiertos.

El apellido Massot corta transversalmente los últimos 60 años de la historia política de Bahía Blanca, simbolizando como pocos el entramado de poder que ha construido esta ciudad desigual y al servicio de unas minorías privilegiadas. Los vínculos con el poder militar, eclesiástico y político de los Massot son conocidos por todos y le han permitido durante años amasar una serie de importantes negocios. 
 
De esta forma los Massot conformaron un multimedios de gran influencia en la ciudad a partir de hacerse cargo del diario en los años 50 con la dirección de Diana Julio de Massot, y sumando luego LU2, Canal 9, Cable Total, entre otros, a su red de medios. 
 
Es necesario remarcar que en su “lucha contra la subversión marxista” y en “defensa de la patria” se llegó a imprimir en las rotativas del diario la revista fascista Cabildo, uno de sus editores fue el propio Vicente Massot, ex vice ministro de defensa de Carlos Menem. Esta publicación del nacionalismo católico, caracterizada por su anti semitismo y perfil ultra nacionalista, llegó a correr a la propia dictadura por derecha, criticandola por su “tibieza” para solucionar los males del país.

También caber recordar que el actual intendente en uso de licencia, Cristian Breitenstein, reconoció públicamente sus charlas y encuentros recurrentes con Vicente Massot, preguntándose si esto tenía algo de malo ya que para él es un importante empresario de la ciudad con el que había que dialogar. Se entiende así la sintonía entre su administración y la ideología emanada por “La Nueva Provincia”, como el trato privilegiado que se le ha dado siempre desde el multimedio.

La “Bahía del Silencio” o la “Bahía Gris” poco a poco va corriendo su manto de impunidad. Para cambiar la matriz de injusticia que atraviesa nuestra ciudad es necesario entender el papel central que ha desempeñado y juega hasta el día de hoy la familia Massot. Las cosas deben ser llamadas por su nombre y algún día deberán responder ante los ojos de la justicia democrática.


GRUPO 83