Queremos agradecer la tarea desempeñada por el concejal del FPV, Santiago Mandolesi Burgos, en la última sesión del Concejo Deliberante al tratarse el pedido de licencia del flamante intendente Breitenstein. Al pedir la palabra en el recinto, Mandolesi involuntariamente amplió el catálogo de zonceras escritas por Arturo Jauretche. Intentó desasnarnos a todos los presentes, enumerando una serie de supuestas falsedades argumentativas cometidas por la oposición pero como buen zonzo terminó enredado en su propia zoncera.
Los desvíos discursivos de Mandolesi sólo fueron una táctica para no abordar seriamente las implicancias de la huida del Intendente. Habló del juramento, la legalidad de las licencias docentes, las anteriores licencias de Breitenstein, el PBI de la provincia, la importancia o no del Ministerio de la Producción, el orgullo bahiense, etc. Aspectos que no tenían nada que ver en el debate, cuando se estaban violando reglas no escritas en nuestra cultura política.
“La oposición no puede entender la idea de trabajo integradamente a nivel nacional, la última vez que los opositores presentes aquí decidieron apoyar un proyecto nacional, ese proyecto dejó al país literalmente quebrado”. La zoncera le impide recordar al concejal que el modelo neoliberal aplicado en nuestro país fue llevado a cabo por Carlos Saúl Menem y que sus socios de Unión Pro son herederos directos de la década del 90, como tantos funcionarios de Breitenstein que militaron fervorosamente en las filas de la UCEDE con Álvaro Alsogaray. Como diría Jauretche, en un párrafo que no habrá leído Mandolesi, la falsificación de la historia tiene por objetivo alimentar las zonceras, presentar el pasado como una lucha maniquea entre santos y diablos. Mandolesi buscó desacreditar a la oposición ya que la autoridad de las zonceras no depende de la habilidad en la discusión, sino en que no haya discusión, porque si la hay el zonzo ve la zoncera.
El fundador de FORJA señaló que existen administradores de zonceras, papel que desempeñan en nuestra ciudad Breitenstein y Larraburu ya que conocen perfectamente los fines de las mismas. Otros son simples zonzos por naturaleza, con cierta dejadez y debilidad, como Santiago Mandolesi, que repiten una y otra vez incasablemente como ya quedó demostrado.
Recordando a Ortiz Pereyra, los tucanes argentinos de mucho pico y poca cabeza que hacen de políticos, pululan en nuestro Honorable Concejo Deliberante. No les preocupa ver el recinto vallado y repleto de policías, se hacen los desentendidos ante el uso de la gente que fue llevada a la fuerza por tener un plan de empleo para actuar como hinchada, y no les interesa la democracia porque pactan corporativamente a espaldas de la ciudadanía.
"Les he dicho todo
esto pero pienso que pa´nada,
porque a la gente azonzada
no la curan con consejos:
cuando muere el zonzo viejo
queda la zonza preñada."
GRUPO 83
en el Frente de Integración Ciudadana
COMUNICADO - Bahía Blanca, martes 13 de diciembre de 2011
