sábado, 28 de mayo de 2011

Huellas de la Memoria: Guiorzzo, Vita y Golberg

Desde la Comisión de Apoyo a los Juicios por Crímenes de Lesa Humanidad, realizamos este homenaje a Mario Oscar Golberg, Hugo Alberto Vita y Nélida Ester Guiorzzo, víctimas de la Triple A en Bahía Blanca, como continuación del emplazamiento de las “Huellas de la Memoria” en toda la ciudad y la toma simbólica del espacio público.

Debemos recordar que la aparición pública de la Triple A (Alianza Anticomunista Argentina) fue en Noviembre de 1973 con el intento de asesinato del Senador Radical Hipólito Solari Yrigoyen. Desde siempre se supo que esta organización parapolicial había sido organizada por José López Rega y financiada con fondos del Ministerio de Acción Social. Su jefe ejecutivo era el Comisario Alberto Villar. Recientemente la ministra de seguridad de la Nación, Nilda Garré, cambió el nombre de la Escuela de Suboficiales y Agentes de la Policía Federal que llevaba el nombre de este asesino por el de Enrique O´Gorman.

Entre los meses de julio y septiembre de 1974 la Triple A habría realizado 220 atentados, de los que resultarían 60 víctimas mortales y 44 heridas de gravedad, además de 20 secuestros. La estimación global se coloca en el orden de los 1500 crímenes, considerados como crímenes de lesa humanidad. Cuando la Triple A dejó de funcionar como tal, varios de sus miembros pasaron a formar parte de los “Grupos de Tareas” de la Dictadura.

La Triple A en Bahía Blanca tuvo nombres propios: Remus Tetu, Ponce, Argibay, Montezanti, Massot. Es evidente que nuestra ciudad no fue ajena a estos acontecimientos. La persecución a obreros, estudiantes y militantes de base se impulsó desde ciertas organizaciones sindicales en correlato con lo que acontecía a nivel nacional. De esta forma el accionar represivo de las fuerzas del terrorismo estatal comenzó su desarrollo en nuestro país antes del 24 de Marzo de 1976, de la mano de la TRIPLE A asesinando en nuestra ciudad a más de 40 vecinos a partir de septiembre de 1974.

Por eso creemos que el conocimiento del pasado es un elemento fundamental en las políticas de la memoria tendientes a no olvidar. Frente a la construcción de "olvidos públicos" como política estatal, vemos la necesidad de articular formas rememorativas sobre nuestro doloroso pasado en las que se le otorgue sentido, en las que se pueda hablar de un trabajo activo de la memoria, determinándose las responsabilidades que llevaron a la desaparición de 30.000 compañeros.

Bahía Blanca se debe así una reparación a su propio pasado. Entendemos que el rescate de las huellas es parte de una lucha por nuestra identidad, un retorno a esos sueños destruidos y proyectos naufragados de toda una generación. El espacio público de nuestra ciudad debe erigirse como un ámbito de Memoria y Justicia donde nos encontremos todos los bahienses.

La colocación de huellas donde secuestraron o asesinaron a las víctimas del terrorismo estatal durante los años setenta en nuestra ciudad, implica el reconocimiento por parte del Estado no sólo de sus responsabilidades sino la sedimentación de una memoria colectiva que reclame por verdad y justicia.

A partir del 28 de Junio la ciudad iniciará el hecho histórico más importante con relación a la justicia, que significa juzgar con todas las garantías jurídicas, que nunca tuvieron sus víctimas, al primer grupo de genocidas que actuaron en jurisdicción del Comando del V Cuerpo de Ejército desde el Centro Clandestino de Detención “La Escuelita”.

De esta forma homenajeamos a Mario Oscar Golberg, Hugo Alberto Vita y Nélida Ester Guiorzzo, asesinados por los matones de la Triple A el 29 de octubre de 1975, en el Paraje Landa a unos 15km del centro de Bahía Blanca por la ruta nacional N° 35.


Juicio y castigo a todos los culpables

Cárcel común a todos los genocidas

Aparición con vida de Jorge Julio López

30.000 compañeros desaparecidos ¡Presentes!