jueves, 31 de mayo de 2012

PUERTO - Editorial - TXT

Si tomamos 1828 como el primer paso de lo que luego sería Bahía Blanca con el emplazamiento de la Fortaleza Protectora Argentina, la segunda fundación se da por 1885 con la llegada del ferrocarril y al mismo tiempo con el puerto local. Enmarcado bajo los objetivos de los sectores dominantes, nuestra ciudad fue una de las piezas clave del entramado agro exportador. El abanico ferroviario que nos atraviesa, en una especie de museo urbano luego de la desarticulación neoliberal, es un claro ejemplo.

Siempre ha sido complejo hablar de la identidad bahiense, una ciudad con puerto, pero no una ciudad portuaria, una ciudad con universidades pero no una ciudad universitaria, una ciudad con industrias pero no una ciudad industrial. Generalmente la terminamos por definir en base a lo negativo, por aquellos símbolos terribles que nos han marcado a lo largo de nuestra historia, “la nueva provincia” termina siendo una especie de “Roma” ya que todos los caminos conducen a ella.

Es innegable que estamos ante una ciudad cruzada por fuertes intereses corporativos, que tienen un gran poder al momento de definir la agenda pública de los bahienses. El proyecto neoliberal implementado en los años 90 generó cambios estructurales en todo el tejido social, desarticulando mecanismos de resistencia (tarea que ya había arrancado la última dictadura militar), achicando el Estado, destruyendo el entramado industrial, extranjerizando nuestra economía.

Hoy el puerto de Ingeniero White es un puerto transnacionalizado y privatizado, ajeno a los intereses nacionales y al desarrollo de nuestra ciudad. El Polo Petroquímico se erige impunemente en una ciudad con la tasa de desocupación más alta del país y síntomas de precarización laboral alarmantes.

Se dice popularmente que Bahía le da la espalda al mar, muchas veces directamente pareciera que el mar no existiera. Pero hay otra Bahía que toma conciencia de su pasado, que habla en voz alta de sus genocidios, de sus resistencias, de las luchas sindicales, de la Rambla de Arrieta, que se opone al avance corporativo a través del proyecto del Dragado en Cerri. Entre todos es posible que debatamos que ciudad queremos, cual es el rol que debe jugare en esa otra bahía el puerto y el entramado industrial que lo rodea.

La cultura del derrotismo es muy fuerte y nuestra sociedad, en particular la bahiense, fue inoculada de una pasividad que las nuevas generaciones tenemos la obligación de modificar.

GRUPO 83

lunes, 28 de mayo de 2012

jueves, 24 de mayo de 2012

Termolectrica - Editorial - PXP


crímenes contra la gente, crímenes contra la naturaleza: la impunidad de los señores de la guerra es hermana gemela de la impunidad de los señores que en la tierra comen naturaleza y en el cielo engullen la capa de ozono. Las empresas que mas éxito tienen en el mundo son las que mas asesinan al mundo; y los países que deciden el destino del planeta son los que más merito hacen para aniquilarlo”

Eduardo Galeano comienza de esta forma el capítulo  “La impunidad de los exterminadores del planeta” en su libro Patas Arriba, como una buena síntesis de la lógica del capital que impera en nuestros tiempos. Como sucede en gran parte del planeta, el capitalismo avanza por sobre los pueblos y por sobre la misma naturaleza. Quienes pagan los platos rotos del supuesto “progreso” son los mismos de siempre, los eternos desposeídos, los de abajo, los sin voz….

América Latina vive tiempos de cambio, que no están exentos de contradicciones. De la misma forma en que se observa un aumento de la conciencia ambiental con la consagración de los derechos de la Tierra como se observa en Bolivia, aumentan a su vez las protestas populares para alertar sobre las consecuencias que traerían aparejadas proyectos que poco tienen de “sustentable”, amparados meramente bajo la lógica rentística, aunque hablen de “responsabilidad social empresarial”. La megaminería es un claro ejemplo.

Nuestra ciudad no es ajena al mapa general de la región. Trazada desde hace años bajo los intereses de las empresas multinacionales, estamos inmersos en un proyecto industrial ajeno a las necesidades de un desarrollo nacional autónomo y que tenga como horizonte el bienestar social de la comunidad. Se da así la paradoja de una ciudad con un gran entramado industrial y que cuenta a su vez con la taza de desocupación más alta del país.
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En los últimos meses el “No al dragado” se convirtió en una consigna levantada por vastos sectores de la sociedad bahiense, logrando colocar la problemática ambiental en la agenda política local. Estudiantes, profesionales, vecinos unificaron su voz para rechazar un proyecto que traería un impacto ambiental irreversible en los humedales y en el estuario en general.

Hoy se nos propone un nuevo proyecto vinculado con la problemática energética que atraviesa nuestro país. El lunes pasado se realizó una Audiencia pública, en instalaciones de la Universidad Nacional del Sur, para informar sobre la instalación de la Termoeléctrica  Guillermo Brown” en General Daniel Cerri.

Necesariamente se nos abren una serie de interrogantes: ¿Contribuirá a solucionar realmente y a largo plazo las falencias energéticas de la matriz actual? ¿Qué relación tiene con la llamada “tercera fundación”? ¿Cuál es realmente el impacto ambiental que producirá? Los puestos de trabajo que se generarían ¿ayudarán realmente a la comunidad cerrense? ¿No existen otros proyectos que produzcan trabajo digno y con menor costo ambiental? Como de costumbre el poder corporativo esquiva las respuestas y sólo nos ofrece falsas promesas…

GRUPO 83

lunes, 21 de mayo de 2012

DE OPERACIONES, MORAL Y CONCEJALES


Luego de emitidas públicamente las opiniones de los concejales bahienses sobre el vínculo personal entre el fiscal Abel Córdoba y la concejal Gabriela Bustos, vemos con preocupación que se han tergiversado conceptos sobre lo atinente a lo público.

¿Es el HCD el ámbito indicado para exponer opiniones sobre la vida y los vínculos personales de un funcionario público? ¿Se puede hablar con tanta liviandad de violencia de género? Sería útil recordarle a los concejales que según el informe del Observatorio de Femicidios en Argentina “Adriana Marisel Zambrano” al menos una mujer cada 30 horas fue asesinada en Argentina durante los primeros diez meses del año 2011, lo que nos arroja 282 mujeres y niñas asesinadas. Con estos números ¿se le puede atribuir violencia de género al fiscal?

Particularmente nos resultaron curiosas las “loas feministas” enarboladas por la concejala Cristina Molina para criticar al fiscal Abel Córdoba.  Molina sostuvo en el marco del debate por el Matrimonio Igualitario dichos ignorantes cargados de una gran violencia, violencia sexista al fin y al cabo.  Cabe recordar que la concejala homofóbica pronunció el 20 de junio de 2010 a La Nueva Provincia: “No estoy de acuerdo con el matrimonio gay, en manera absoluta. No tengo grises en estas cosas, porque soy católica, apostólica, romana. La normalidad la marca la mayoría de la gente. Para mi, lo normal, común y verídico es el matrimonio entre un hombre y una mujer" ¿Cuáles han sido las posturas feministas de UNION PRO a nivel nacional? ¿De que igualdad habla Molina? ¿Se acordará de Romina Tejerina y los dichos de la Iglesia Católica, Apostólica y Romana? ¿y de los derechos de las mujeres lesbianas?

Nadie esta autorizado a objetar el compromiso moral que una persona asume en sus relaciones sexuales o personales. Es un aspecto íntimo, circunscripto a la esfera personalísima del individuo. A su vez las declaraciones de algunos concejales estuvieron teñidas de una moralina barata, retrógrada que prácticamente rememoró preceptos medievales de lo público. ¿Tenemos que esperar que las relaciones entre dos personas se enmarquen en criterios machistas de “caballerosidad”? Debe quedar bien en claro: nadie está obligado a tener compromisos morales en sus vínculos y ningún funcionario público puede ser objetado bajo paradigmas “morales”. No existe una moral universal, ni un “moralómetro” que diga lo que es correcto o no en este sentido, ni patrones de “normalidad”.

Desgraciadamente las declaraciones de los concejales fueron propias de una revista de chimentos o del programa de Jorge Rial.

Nos preocupa y entristece que la agenda que manejó el HCD haya sido incentivada por operaciones de prensa tendientes a descalificar la labor intachable del fiscal Abel Córdoba, dejando claramente al desnudo el intento por impedir el normal funcionamiento de la justicia. El juicio a los genocidas, que se esta llevando a cabo en Colón 80, es ejemplar y la tarea del fiscal merece el mayor de los respaldos ante los ataques fascistas.

GRUPO 83
en el Frente de Integración Ciudadana

 
COMUNICADO DE PRENSA
Bahía Blanca, Lunes 21 de Mayo de 2012

domingo, 20 de mayo de 2012

El Último Malón - documento-


“mientras la escoba de la civilización no se pasee libremente por la pampa, de día y de noche, quedará inficionada de sabandijas”
Carlos Enrique Pellegrini  -  1859 – Comisión Exploradora a Bahía Blanca

La historia oficial cuenta que en la madrugada del 19 de mayo de 1.859, entre las 2 y las 5 horas, unos 3.000 indígenas al mando de Calfucurá, ingresaron al poblado. Provistos de flechas, hondas y lanzas, rodearon la vieja fortaleza desde diversos puntos, aunque unos 2.000 lo hicieron desde el extremo norte, por lo que hoy conocemos los bahienses como la calle 19 de Mayo. Al llegar a la actual esquina de 19 de Mayo y Zelarrayán, ingresaron al comercio allí ubicado, propiedad de Francisco Iturra, apoderándose de cierta cantidad de alcohol. El coronel José Orquera, quien horas antes había sido advertido de la llegada del malón por un vecino de apellido Mora, se encerró con sus fuerzas en el Fuerte Argentino y no peleó. Mientras que Juan Charlone, jefe de la Legión Italiana, realizó una rápida defensa que frenó el ataque y provocó el retiro de Calfucurá y sus hombres. El saldo de la masacre fue de 200 muertos. Luego, para concluir la matanza, el coronel Orquera ordenó apilar los cadáveres de los denominados “invasores” en la actual Plaza Rivadavia, y el mediodía del 20 de Mayo, con el pueblo reunido los prendió fuego.

La construcción del relato histórico es parte  de una disputa de poder  que atraviesa los conflictos sociales de una comunidad. La Nueva Provincia ha desempeñado un papel de primer orden en la hegemonía simbólica del pasado bahiense. Para 1978, en el marco del Sesquicentenario de la ciudad, el diario local edita un libro “homenaje”, en el que sostiene ya en sus primeras líneas que “desde su fundación hasta el primer paso de la conquista del desierto, el poblado transita por una tierra virgen, estremecida por el aislamiento y el malón. A partir de allí, tras la campaña de Roca, y con la llegada del ferrocarril, los hombres con alma de pioneros hollan (sic) el camino de sus vocaciones y comienzan a construir. Es la epopeya que sueña con ser ciudad, capital, punto importante de la Nación”. Las fotos y los mensajes de saludo de los genocidas Videla, Massera y Agosti ilustran la página siguiente. Los pueblos originarios son caracterizados en estas páginas como “hordas salvajes”, “bárbaros”, “vándalos”. Se repite nuevamente la vieja conceptualización sarmientina de civilización y barbarie.

Si tomamos las editoriales que hasta el día de hoy publica el Diario naval, encontraremos de forma reiterada el uso del concepto de  “guerra interna”  para referirse al desplazamiento y aniquilación de los pueblos originarios. El mismo término que usaron para avalar y acompañar el  plan sistemático de desaparición de personas bajo la última dictadura cívico militar en los años 70´.

Esta continuidad discursiva no es casual ya que lleva impregnado el carácter reaccionario de las clases dominantes, que en pos del progreso masacraron a miles de hombres y mujeres para defender los territorios previamente arrebatados.  Durante el rosismo se utilizaron los conflictos inter tribales, que tenían otra naturaleza, para dividir a la comunidades originarias, aprovechando esta situación se avanzó en la extensión de la frontera a costa de la identidad de muchos pueblos que fueron masacrados y sometidos. Luego, con la conformación del Estado Nacional a manos del roquismo, llegó la incorporación del país al entramado agro exportador desde una perspectiva colonial y dependiente. Así el aniquilamiento de los pueblos originarios y su desplazamiento fue fundamental para la instrumentación del modelo agroexportador, mediante un genocidio continental.

Se ha sostenido popularmente que “la historia la escriben los que ganan”, pero los pueblos han resistido a las propuestas parciales y excluyentes que ha ofrecido el poder. Toda comunidad  tiene la necesidad de reconocerse en un relato contenedor de su propia diversidad,  que dé sentido a su presente y permita encarar la construcción del futuro bajo la premisa de saber quiénes somos y de dónde venimos. 

Nunca hubo historias lineales;  el relato histórico es el resultado, tanto concreto como simbólico, de los conflictos sociales que se dan en una comunidad determinada, producto de intereses contrapuestos. De esta forma podemos afirmar que nuestra historia está cargada de persecución, represión  y omisiones. Sin embargo, éstos han sido los intentos desesperados del poder, por acallar las resistencias, los sueños y los proyectos de los pueblos.

Con motivo del último aniversario de la fundación de la Fortaleza, el Intendente Interino  Gustavo Bevilaqcua, se refirió a la ciudad como producto del prominente avance de la frontera para desandar el camino del progreso. El titular del Departamento Ejecutivo avala de esta forma el carácter invasor del Ejército,  al exaltar a sus jefes.

Hoy presenciamos en nuestra ciudad los intentos de los sectores corporativos por tallar el futuro acorde a sus mezquinos intereses. La lógica capitalista, basada en criterios anacrónicos de “progreso” y “civilización”, nada dice de quienes pagan los platos rotos del supuesto desarrollo. El poder local habla de una “tercera fundación” al proponernos el proyecto de Dragado en Cerri y la ampliación del Polo Petroquímico. La corporación económica a través de empresas transnacionales, el Consorcio de Gestión del Puerto, la UIA son los actores fundamentales de este proyecto. Pretenden en estos días imponer la instalación de la Termoeléctrica como pieza fundamental de la refundación. Necesariamente todo esto nos lleva a preguntarnos ¿en el marco de que política de Estado Nación se le da a Bahía Blanca el rol de terminal portuaria?

Después del último malón, se construye un cerco perimetral que reasegura el poblado.  Con la llegada del ferrocarril y la instalación del puerto hacia 1885 se consolida el proyecto agroexportador impulsado por la Generación del 80´. De esta forma nuestra localidad se constituye como una pieza fundamental  del armado de la oligarquía argentina. Bahía  Blanca recorrerá todo el Siglo XX como eje portuario y comercial, aunque con un gran desarrollo de la industria liviana a mediados del mismo, producto de los planes de industrialización nacional que se dieron como resultado de la incorporación de nuevos paradigmas político ideológicos. La última dictadura cívico militar desarticuló el entramado económico para regresar a una economía dependiente: el terror estatal fue la herramienta imprescindible con 30.000 compañeros desaparecidos.

En este camino de recuperar la memoria, nuestra ciudad vive uno de los hechos históricos fundamentales, al intentar esclarecer lo transitado por las víctimas del terrorismo de Estado en los años  70´.  Juzgar a los responsables y a sus cómplices nos obliga a la apertura de un debate integral sobre nuestro pasado para poder definir hacia donde queremos avanzar como ciudad. Este debate, por los Derechos Humanos, también debe incluir necesariamente los aberrantes crímenes cometidos contra los pueblos originarios.

Citando un fragmento del libro Argentina Originaria del periodista Darío Aranda, agregamos: "A fines del siglo XIX el Estado argentino también creó campos de concentración, desapareció personas, torturó, asesinó y robó niños. Los pueblos indígenas estuvieron, como nunca antes en su historia, cerca del exterminio. Sin embargo, aún hoy, un gran sector de la sociedad argentina niega que haya sido un genocidio. La Argentina moderna está construida sobre esa negación, la madre de todas las represiones".

Vivimos en una Bahía Blanca armada acorde a los intereses de la transformación petroquímica de nuestra terminal portuaria, con el sustento de las universidades y 20 años de lobby ininterrumpido por parte de la Dow Chemical.

Son múltiples las postales que nos brinda el presente y nuestra propia historia nacional. Podemos quedarnos en una postura derrotista,  ante el poder avasallante de las corporaciones, o  recordar e hilvanar una historia de luchas y reivindicaciones populares, de las que el último malón fue un pico de resistencia histórico ante las políticas de opresión a los pueblos originarios, como pieza del genocidio continental perpetrado por los Estados coloniales europeos durante 500 años de conquista.

El desplazamiento de los pueblos originarios continúa en la Argentina actual. La mega minería, el plan agroalimentario y la sojización son ejemplos insoslayables del modelo económico capitalista. Como juventudes políticas valoramos la resistencia de las comunidades originarias y creemos necesaria la realización de este acto de reparación histórica que no empieza ni termina aquí, ya que la concebimos en toda su dimensión en el marco de una batalla cultural por re significar nuestro pasado y nuestro presente.

La Cigarra / Grupo 83 / Colectivo El Aguijón /
Juventud del Encuentro Amplio / Ecos Latinoamericanos

jueves, 17 de mayo de 2012

MILITANCIA - EDITORIAL - TXT


“la demagogia autoritaria presentó a los políticos como mentirosos que prometen cosas que jamás cumplirán, aunque largo fue el camino entre las promesas y las realizaciones; como mentirosos contumaces; como maestros en el arte del acomodo y la simulación; como buscadores frívolos del consenso fácil; como corruptos o cómplices de los corruptos; como agentes del caos; como agitadores superficiales. Los políticos son los caudillos, los caudillos son los punteros: hombres grises, para los apologistas del autoritarismo, hombres poco imaginativos, dúplices, casi nunca cultos, capaces de esterilizar las energías nacionales en debates inútiles y huecos. Los partidos, en esa lógica, fragmentan a una sociedad que de otra forma estaría unida: La Nación o los partidos, dice una consigna. Los políticos, además son presentados como débiles, irresolutos, vacilantes, divagadores, repetitivos. Habría, en fin, una tradición ideal que se hubiera mantenido si no hubieran reaparecido los políticos para poner fin con sus intrigas de comité, a los buenos tiempos”

De esta forma Enrique Pandolfi conceptualiza el pensamiento autoritario en una nota de 1983 bajo el sugerente título de “Los Antipolíticos” publicado en la revista Formación Política para la Democracia. La tarea desarrollada por la última dictadura cívico militar tuvo entre sus objetivos la desarticulación del tejido socio cultural de resistencia que se estructuraba fuertemente en nuestro país y que objetaba los privilegios de los sectores dominantes. Para tal tarea era necesario inocular miedo, asesinar 30.000 compañeros, desprestigiar la política y la militancia como herramientas imprescindibles para la transformación social.

Durante los años 90, el neoliberalismo encarnado en el PJ menemista,  terminó por colocar un manto de frivolidad y desprestigio general hacia la actividad política. Ante la “corrupción de los políticos”, los sectores neoconservadores empezaron a usar términos como “eficiencia” “gasto público” “gerencia”,  articulándose así una tecnocracia de raigambre económica que concibió al Estado bajo la diagramación de una empresa privada. La anti política sembraba una apatía y un desinterés generalizado en el pueblo argentino, encandilado por las luces de los mass medias.

Hoy estos sectores se encuentran revestidos marketineramente, con logos amarillos y globos de colores, bajo sonrisas publicitarias al estilo berlusconiano, y con  sus acciones pretenden frenar cualquier tipo de mejora en pos de una mayor democratización del poder político y de cualquier avance de igualitarismo social. No deben quedar dudas: las corporaciones no dejan pasar oportunidad alguna para colarse en la agenda pública intentando socavar el sistema democrático.

En este escenario la militancia juvenil debe articular los espacios críticos y de construcción  necesarios. El resurgimiento del compromiso de los jóvenes es producto de un cambio generacional, dentro de un sistema democrático que está por cumplir 30 años. La permanencia del Estado de derecho y la revalorización de la política han generado cambios culturales significativos que  conducen a una serie de conquistas que deben ser defendidas y profundizadas. Como dijimos anteriormente, muchos querrán asociar la militancia con el clientelismo político, ante estos ataques es necesario reforzar la coherencia y el compromiso ideológico de transformación más allá de las pertenencias e identidades partidarias que seguirán existiendo. El debate y el intercambio de ideas son bienvenidos.

GRUPO 83

martes, 15 de mayo de 2012

MALON DEL 59



COMUNICADO DE PRENSA

La historia oficial cuenta que en la madrugada del 19 de mayo de 1.859, entre las 2 y las 5 horas, unos 3.000 indígenas al mando de Calfucurá, ingresaron al poblado. Provistos de flechas, ondas y lanzas, rodearon la vieja fortaleza desde diversos puntos, aunque unos 2.000 lo hicieron desde el extremo norte, por lo que hoy conocemos los bahienses como la calle 19 de Mayo. Al llegar a la actual esquina de 19 de Mayo y Zelarrayán, ingresaron al comercio allí ubicado, propiedad de Francisco Iturra, apoderándose de cierta cantidad de alcohol. El coronel José Orquera, quien horas antes había sido advertido de la llegada del malón por un vecino de apellido Mora, se encerró con sus fuerzas en el Fuerte Argentino y no peleó. Mientras que Juan Charlone, jefe de la Legión Italiana, realizó una rápida defensa que frenó el ataque y provocó el retiro de Calfucurá y sus hombres. El saldo de la masacre fue de 200 muertos. Luego, para concluir la matanza, el coronel Orquera ordenó apilar los cadáveres de los denominados “invasores” en la actual Plaza Rivadavia, y el mediodía del 20 de Mayo, con el pueblo reunido los prendió fuego.

El domingo distintas agrupaciones convocamos a una jornada de intervención político – cultural por la justa y necesaria reparación histórica. Las actividades se realizarán el próximo 20 de mayo en la Plaza Rivadavia a partir de las 17hs.

La Cigarra / Grupo 83 / Colectivo El Aguijón
Juventud Encuentro Amplio / Ecos Latinoamericanos

jueves, 10 de mayo de 2012

PalabraxPalabra 9: LARRABURU -Audio Completo-




Programa 9 de PalabraxPalabra: LARRABURU, Jueves 10 de Mayo de 2012. Nos visitaron el ex intendente Rodolfo Lopes y el secretario general del PC José Lualdi