La
medida anunciada por el Departamento Ejecutivo prohibiendo la
tracción a sangre es un grave error sin pensar de ante mano en las
familias que viven del cartoneo en nuestra ciudad. El Municipio de
esta forma no le está dando a todos esos vecinos que trabajan una
solución real. Pareciera que meramente se esconde la realidad bajo
la alfombra, total lo único que importa es que los caballos (y los
pobres) no se vean en el centro bahiense. Luego miramos como sociedad
para un costado y no nos preocupamos ni de cómo sigue la vida de los
caballos y menos de qué forma pueden continuar sobreviviendo los
pobres en una de las ciudades con más desocupación e indigencia de
todo el país.
Sería
una gran irresponsabilidad hablar del maltrato animal sin considerar
un conjunto de variables. Si la idea hubiera estado instrumentada de
modo tal de solucionar el problema de raíz posiblemente hubiera sido
un buen plan. Pero se responde espasmódicamente a lo que el
Intendente en las sombras reclama vía twitter.
Hoy
hay un dato objetivo: son cientos de familias que viven del cartoneo
en nuestra ciudad y eso pareciera interesarle poco y nada al
Municipio. Si se avanza en esa prohibición antes tenemos que saber
cuántas son las familias que trabajan, ver distintos caminos de
solución entre las partes involucradas, realizar pruebas piloto y
recién ahí prohibir la tracción a sangre.
Ahora
tenemos que preguntarnos en voz alta: ¿Qué va a pasar si un
cartonero va al centro con un caballo luego de estos 30 días? ¿Le
van a poner una multa? ¿Lo van a meter preso? ¿Le van a secuestrar
el caballo? ¿Los van a reprimir con la policía? ¿Y cuál es el
plan para los caballos? El cartonero puede mantener su caballo
porque es su herramienta de trabajo. Si no se le permite trabajar con
él, ¿qué va a pasar con ese caballo? ¿El Municipio está pensando
qué hacer con los caballos que ahora estarán ociosos? ¿Realmente
creen que una persona indigente puede mantener bien un caballo que ya
no le sirve para tiro? La decisión del Ejecutivo es mala desde donde
se la mire, tanto para los cartoneros como para los caballos.
No
queremos incorporar términos antropológicos a este debate pero
creemos que hay mucho de sacar de la vista aquellas cosas de nuestra
sociedad que no nos gustan, que son “feas”,
“sucias”
y no agradan. Hay que ocultarlas y esta va a ser una forma. Y que no
se quejen porque puede ser peor. Total en Villa Floresta hay un lugar
para todos ellos.
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COMUNICADO DE PRENSA- Martes 1 de Julio de 2014
