miércoles, 13 de abril de 2011

¿QUÉ FESTEJAMOS LOS BAHIENSES?

La ciudad cumplió un nuevo aniversario. Es sabido por todos que el 11 de abril de 1828 se fundó la por entonces Fortaleza Protectora Argentina que deviniera, con el paso de los años, en la hoy Bahía Blanca. Pero los recordatorios oficiales callan que fue una avanzada de la supuesta “civilización” ante la “barbarie” encarnada en ese supuesto desierto anárquico a conquistar. 183 años más tarde tenemos todavía calles con el nombre de genocidas como Roca, nuestra plaza central en referencia al creador de la deuda externa nacional, algunos nada dicen de quien fuera realmente Estomba y una calle como 19 de mayo que recuerda al último malón de estos “salvajes”. La historiografía oficial, la historia del poder se materializa cotidianamente en la ciudad, en cada uno de sus rincones.

Luego ingenuamente nos preguntamos por la identidad de nuestra ciudad o nos sorprendemos cuando algunas autoridades hablan de “gesta” sobre la guerra de Malvinas, como si tuviéramos que estar orgullosos de la locura perpetrada por los genocidas que enviaron a miles de chicos a la muerte.

Ese relato del poder se refleja en el actual intendente, como representante cabal de las corporaciones locales. No van a discutir esa narración del pasado porque ese pasado teje sus tentáculos en el hoy. El debate de lo simbólico no es un aspecto menor para plantear en las cuestiones que nos atañen a todos. La visión del pasado condiciona la construcción de la Bahía Blanca del mañana. ¿Cómo entender sino el silencio del Intendente ante la próxima realización de los juicios a los genocidas en nuestra ciudad? ¿Cómo explicar sus loas a Jorge Mayer?

Se materializa en Alsina 65 una especie de menemismo tardío que gobierna para una elite, a espaldas de los intereses de las grandes mayorías. Con el menemista K Scioli y con el dúo Pimpinela se monta la postal de un populismo neoconservador. Un poder impune que desde las sombras maneja esta ciudad con sus vínculos y complicidades judiciales, económicas y mediáticas. Luego de los “festejos” el Intendente, ofuscado, trata de largar una especie de caza de brujas macartista, basándose en sus fuentes policiales.

Si nos ponemos a cocinar la torta por los 183° años con los ingredientes que tenemos en nuestra ciudad y ponemos un poquito de la grave situación medioambiental, algunos gramos (a gusto) del sistema desastroso de transporte público, mezclamos con la ausencia de una política cultural joven, diversa e inclusiva, rellenamos la masa con una serie de negocios corporativos, servimos en una fuente que dice “sin un plan estratégico porque no nos importa tener una ciudad igualitaria”, y decoramos alegremente con una visión conservadora de nuestro pasado, no encontramos motivo alguno para festejar. Por las dudas no le ponemos agua a la torta, para que no empeore más su sabor.

Cómo jóvenes nos quejamos muchas veces de esa Bahía gris, de la Bahía aburrida, de la Bahía petroquímica. Esa ciudad que no queremos se apellida con nombres propios. Pero hay otra Bahía que se construye alternativamente con militancia, memoria, sindicalismo no burocrático, medios contra hegemónicos y artistas comprometidos. La tarea de todos los que decimos NO es que esa Bahía que resiste salga a la luz.

GRUPO 83

Comunicado de Prensa - Bahía Blanca, jueves 14 de abril de 2011