jueves, 4 de octubre de 2012

CHAVEZ - Editorial PXP

Extraño dictador este Hugo Chávez. Masoquista y suicida: creó una Constitución que permite que el pueblo lo eche, y se arriesgó a que eso ocurriera en un referéndum revocatorio que Venezuela ha realizado por primera vez en la historia universal.” Eduardo Galeano


Estamos a días de una nueva elección en Venezuela, los ojos de todo el continente se pararán en las tierras del Libertados Simón Bolivar, donde nuestros hermanos venezolanos deberán optar entre la continuidad de Chávez o el retroceso al pasado que encarna el candidato de la oposición: Henrique Capriles. La Revolución Bolivariana en estos años inyectó esperanza y alegría no sólo en el pueblo venezolano sino al resto de Latinoamericana. La escena continental hace un poco más de una década, en plena hegemonía neoliberal, presentaba a Chávez como un personaje único que se escapaba de los libretos perpetrados por el Consenso de Washington. Hoy gracias al espíritu inquebrantable de los pueblos que resisten Hugo Chávez es acompañado por otros compañeros de ruta que rescatan del polvo de la historia el sueño de la Patria Grande.


De Bolívar a Pancho Villa, de Artigas a Salvador Allende los proyectos libertarios que nuestros pueblos han parido nos llenan de orgullo como hoy lo hace la gesta transformadora emprendida en Venezuela. Los ataques de una oligarquía que reconoce rápidamente a sus enemigos, actuando en consecuencia cuando ve sus intereses amenazados, revela su poco apego a la democracia. Institucionalidad que reclaman a los gritos en nombre de una democracia formal y vacía de todo contenido social, proclamando una república del privilegio alejada de las expresiones populares.


En junio de 1975 la revista Crisis, dirigida porEduardo Galeano, publicó un informe titulado “Venezuela: opulencia y pobreza” en el que se describía a las dos venezuelas: la de la miseria presentaba el 41% de la población de Caracas viviendo en condiciones precarias sin agua ni cloacas y con el 55% de los niños en edad escolar sufriendo problemas de desnutrición. Los logros de la Revolución Bolivariana están a la vista: en 2005 la UNESCO declaró a Venezuela “territorio libre de analfabetismo”, gracias al lanzamiento de las misiones las mejoras en materia educativa, en salud y vivienda son incontrastables (se frenó el proceso de privatización de la medicina estableciéndose un Sistema Nacional de Salud universal y gratuito). La CEPAL sostuvo que entre el 2002 y el 2006 se logró disminuir la tasa de pobreza en un 18,4%, mientras que el índice de mortalidad infantil en 1998 se ubicaba en 21,4 por mil en el 2007 cayó a 13,4.


La oligarquía ha rotulado a Chávez de autoritario pero este ha dado muestra de su fe democrática presentándose a elecciones transparentes con auditores del mundo entero, a referéndums revocatorios, mejorando los mecanismos de participación directa y aumentando la autonomía como la creación de los Consejos Comunales, además de colocar en discusión reformas constitucionales. El problema no es el “populismo chavista”, la rabia aristocrática radica en que Chávez molesta porque su proyecto de cambio aspira a una sociedad distinta.


Hoy muchos repiten el libreto imperial, transmitido conjuntamente desde la CNN y los grupos monópolicos que se resisten a la Democracia, como en nuestro país cacerola en mano y Clarín bajo el brazo. Los que presentan a Chávez como el “cuco rojo” no hacen otra cosa que repitir como loros “dictadura, dictadura, dictadura”.


Venezuela le otorgó nuevamente voz a los olvidados, a los eternos desposeídos, con Chávez volvió a renacer el socialismo como una alternativa para afirmar que nuestro norte sigue siendo el sur.




GRUPO 83