El 24 de
marzo de 1976 no constituye una fecha más en el calendario de
nuestra historia reciente, ha marcado los destinos de aquella
generación subyugada por la cruenta dictadura cívico militar que
encabezada por Videla, Massera y Agosti intentó acabar con los
sueños de toda una generación de sedimentar un proyecto social
fundado en los ideales de justicia, solidaridad e igualdad, conocido
como socialismo.
Hoy la
historia nos manda a ejercitar la memoria, a recordar, a homenajear
a esos cientos de miles que fueron torturados, muertos,
desaparecidos. A esos que fueron, que son y que serán nuestros
padres, hijos, hermanos, amigos, vecinos y compañeros.
37 años
después seguimos exigiendo juicio y castigo a los culpables. No sólo
a los genocidas pertenecientes a las fuerzas armadas y de seguridad
sino también a todos los cómplices civiles y a los miembros de la
Iglesia que colaboraron para que los años de terror y oscuridad
fueran más nefastos aún y que, incluso cuando nuestra democracia
resurgió de las sombras, se empeñaron en frenar el avance de la
justicia sobre la impunidad que durante tantos años los albergó.
Particularmente
en Bahía Blanca, los años de lucha y resistencia se vieron
visiblemente compensados por la sentencia del Tribunal Federal que el
12 de septiembre del año pasado, en un hecho histórico condenó a
14 represores a prisión perpetua y a otros 3 a penas de entre 17 y
18 años por los hechos ocurridos en el Comando 5to Cuerpo del
Ejército, dentro del ex centro clandestino de detención conocido
como “La Escuelita”,
durante los años de dictadura.
Queremos que
estos juicios, tan esperados como necesarios y reparadores de la
verdad, y que tuvieron un impulso esencial a partir de que el Gobierno Nacional derogó las leyes de impunidad, continúen su marcha hacia la plena reivindicación de las
víctimas y de la sociedad toda que merece el esclarecimiento de
estos macabros sucesos.
Es
indispensable que comiencen los procesos sobre las causas que
esperan una resolución de parte de la justicia, que se avance sobre
la continuación de la segunda parte de los hechos cometidos en el
5to Cuerpo y que se juzguen los delitos cometidos en el predio de la
Armada. Que los delitos cometidos por la Triple A sean esclarecidos.
Que la
premisa memoria, verdad y justicia constituya uno de los eslabones
fundamentales sobre el cual las nuevas generaciones puedan realmente
pensar, construir y continuar en términos de Derechos Humanos
fundamentales aquel proyecto emancipador que un día el poder de las
armas truncó.
Cárcel
común a todos los genocidas
No
nos olvidamos de Jorge Julio López
30.000
compañeros desaparecidos ¡Presentes!
GRUPO 83