El caso del "Negrito" García, como primer víctima de la Triple A en Bahía Blanca, es significativo para iniciar las actividades del emplazamiento de las Huellas de la Memoria y la toma simbólica del espacio público en nuestra ciudad.
Creemos que el rescate del pasado es un elemento fundamental en las políticas de la memoria tendientes a no olvidar. Frente a la construcción de "olvidos públicos" como política estatal, vemos la necesidad de articular formas rememorativas sobre nuestro doloroso pasado reciente en las que se le otorgue sentido, en las que se pueda hablar de un trabajo activo de la memoria, determinándose las responsabilidades que llevaron a la desaparición de 30.000 compañeros.
El accionar represivo de las fuerzas del terrorismo estatal comenzó su desarrollo en nuestro país antes del 24 de Marzo de 1976, de la mano de la autodenominada Alianza Anticomunista Argentina (TRIPLE A), asesinando en nuestra ciudad a más de 40 vecinos a partir de septiembre de 1974.
Bahía Blanca se debe así una reparación a su propio pasado. Entendemos que el rescate de las huellas es parte de una lucha por nuestra identidad, un retorno a esos sueños destruidos y proyectos naufragados de toda una generación. El espacio público de nuestra ciudad debe erigirse como un ámbito de Memoria y Justicia donde nos encontremos todos los bahienses.
La colocación de marcas donde secuestraron o aparecieron asesinados las víctimas del terrorismo estatal durante los años setenta en nuestra ciudad, implica el reconocimiento por parte del Estado no sólo de sus responsabilidades sino la sedimentación de una memoria colectiva que reclame por verdad y justicia.
Y en este camino la ciudad se acerca al hecho histórico más importante con relación a la justicia, que significa juzgar con todas las garantías jurídicas, que nunca tuvieron sus víctimas, al primer grupo de genocidas que actuaron en jurisdicción del Comando del V Cuerpo de Ejército desde el Centro Clandestino de Detención “La Escuelita”
De esta forma homenajeamos a Luis Jesús García “El Negrito”, obrero de 18 años, militante asesinado por la Triple A en 1974 y cuyo cuerpo apareció en el paraje conocido como “El Pibe de Oro”.
Juicio y castigo a todos los culpables
Cárcel común a todos los genocidas
No nos olvidamos de Jorge Julio López
30.000 compañeros desaparecidos ¡Presentes!
GRUPO 83 - FJC