viernes, 28 de mayo de 2010

No a la Impunidad

Los crímenes contra la Humanidad no pueden ser amnistiados

El proceso promovido en España por grupos fascistas contra el Juez Baltasar Garzón es un síntoma de alarma para todas las organizaciones populares que venimos reclamando verdad y justicia en la República Argentina. La Falange, el sindicato ultraderechista Manos Limpias y la asociación Libertad e Identidad son la punta de lanza de toda la derecha española que busca mantener en el tiempo la impunidad y el pacto de silencio. Quieren acotar la memoria histórica acomodándola a sus intereses, demostrar su poder y castigar el accionar de un juez que intenta investigar los crímenes de lesa humanidad perpetrados por el franquismo.

La sangrienta dictadura de Franco debe ser juzgada con todo el peso de la ley. Sólo puede hablarse de los crímenes cometidos por el fascismo español como genocidio. Sus políticas represivas buscaron excluir a todos los grupos republicanos, remodelando así la sociedad bajo una concepción corporativista que eliminó toda oposición al régimen. Se exterminó físicamente a los militantes para destruir las agrupaciones políticas y sociales de las que eran parte.

Bajo el pretexto de la Ley de Amnistía no se puede entorpecer el accionar legal de un Juez que busca investigar y castigar crímenes de genocidio que son jurisdicción internacional. Naciones Unidas solicitó en el 2008 la intensificación de los esfuerzos para que las familias de las víctimas puedan saber que les pasó a los desaparecidos, identificar y exhumar sus restos. Ante esto intentar sancionar a Garzón es una burla a las familias de las víctimas que padecieron el silencio durante décadas.

La lucha por la justicia y la memoria debe recuperar los valores democráticos de libertad e igualdad sostenidos por los militantes republicanos que resistieron heroicamente al franquismo. El proyecto político y social de la II República fue un grito de emancipación de todo un pueblo ante los poderes opresores. Que no queden dudas: el fascismo español organizó un plan de represión con el objetivo de frenar esos vientos de cambio.

El robo de por los menos 12.000 niños por el franquismo, hasta 1943, para curar el “virus rojo” a las nuevas generaciones nos suena conocido a todos los argentinos gracias al ejemplar accionar de las Abuelas de la Plaza de Mayo que demostraron las maniobras de la dictadura de Videla, Massera y Agosti, recuperando ya 101 nietos. En España como en Argentina las desapariciones infantiles no fueron al azar, sino un plan sistematizado desde el poder.

Hoy el Estado se encuentra obligado a defender los derechos de las víctimas a ser oídas en el reclamo de justicia. No se puede olvidar aberraciones que insultan la dignidad del ser humano y repugnan la razón de toda la humanidad.

CONTRA LA IMPUNIDAD DEL FRANQUISMO

VERDAD, JUSTICIA Y REPARACIÓN PARA LAS VÍCTIMAS