“Hoy en día no está en mi espíritu ser intendente. No me vuelvo loco ni es mi objetivo”
“El problema de ser candidato es si ganás...”
Héctor Gay – 14 de Junio de 2014 – La Nueva Provincia
Estamos cumpliendo el primer año de gobierno de CAMBIEMOS en nuestra ciudad y a todas luces el balance es negativo para el conjunto de los vecinos. La ausencia de gestión es claramente la gran protagonista. Héctor Gay pareciera no querer asumir su rol como Intendente de todos los bahienses, continuando de esta forma la crisis política que vivimos desde hace años con representantes prófugos e ilustres desconocidos sentados en el Sillón de Bordeu.
Los principales problemas de la ciudad fueron profundizados en estos 365 días y desgraciadamente no avizoramos solución alguna formulada por el Departamento Ejecutivo. Bahía carece de un Plan Estratégico de desarrollo que sea consensuado por toda la comunidad y que implique definir entre todos el rumbo de nuestra ciudad para las próximas décadas. De esta forma terminamos naufragando en voluntarismos que nos impiden aprovechar las ventajas comparativas con las que contamos los bahienses. No sólo el desarrollo de nuestra ciudad se ve truncado, no cumplimos nuestro rol como cabecera regional. Del trazado de estas grandes líneas que conducen a sentarse con los distintos actores económicos, sociales y políticos no tuvimos ni siquiera esbozo por parte de CAMBIEMOS. Se profundizaron sin embargo grandes males que ya venían siendo preocupantes para los bahienses: alta desocupación y desigualdad creciente.
Esta ciudad para pocos parece no molestarle a Héctor Gay. Así la semana pasada se aumentó exorbitantemente el boleto de colectivo, afectando gravemente a los pasajeros rehenes del sistema público de transporte y continuando con la expulsión de usuarios. Pareciera que no creen ni en la política ni en la gestión en todas las áreas. La reducción del presupuesto en desarrollo social en un contexto de pobreza creciente nos recuerda el sincericidio PRO formulado por la renunciada Pedriel “el que tiene hambre de verdad come cualquier cosa”, mientras que la política cultural de grandes espectáculos reformula una especie de circo sin pan mientras se descuida y persigue a los centros culturales de nuestra ciudad. Y del “shock de asfalto” prometido mejor ni hablemos...
No es necesario remarcar que la inseguridad es un flagelo que azota a todos los bahienses, se creó una Secretaría de Seguridad pero el Intendente no está a la cabeza de la dirección y coordinación de una política de seguridad seria. ¿En qué consiste? ¿Más cámaras de seguridad cómo informó Gay en el discurso inaugural de sesiones ordinarias del HCD? ¿Qué resultado tuvieron los corredores seguros? ¿la solución son los bici policías como anunciaron en su momento?
Nos dijeron que vinieron a cambiar pero la falta de transparencia marcó el primer año de Gay, desde el affaire Bustelo al nombramiento honorable del hermano del presidente del HCD, de las garitas voladoras a las llamativas ausencias en Gobierno Abierto. El incremento de la planta política muestra parte del divorcio entre Gay y la realidad.
Las características principales de su gestión ya las pudimos observar hace justamente un año al momento de bosquejar su gabinete, no nos equivocamos: la improvisación es la constante. Necesitamos un Intendente de cuerpo presente y no un mero comentarista de la realidad, de otra forma nada va a cambiar.
GRUPO 83 en Solidaridad + Igualdad