La Reforma del Código Contravencional propuesta por Scioli y acompañada plenamente por el Intendente de nuestra ciudad es un mamarracho jurídico por donde se la mire. El oficialismo que se presenta como parte de la solución es en realidad parte del problema al tener claras responsabilidades en el manejo político de la provincia de Buenos Aires durante los últimos 20 años.
Los mismos que destruyeron el sistema educativo a partir de vergonzosas reformas perpetradas en los 90 condenando a generaciones de jóvenes, degradando los valores culturales de nuestro pueblo y construyendo una sociedad con bolsones de pobreza alarmante nos intentan presentar una solución de carácter meramente mediático ante la problemática de la seguridad que en los hechos concretos significa un retroceso a la época de la última dictadura militar.
Criminalizando la pobreza y la juventud, avanzando contra las libertades individuales y concibiendo el espacio público como un lugar para que los árboles generen oxigeno y no para que los chicos jueguen a la pelota. Es inevitable, ante estos hechos, recordar los lamentables dichos del Intendente Cristian Breitenstein sosteniendo que los jóvenes que delinquen son irrecuperables.
Parece que al Gobernador le resultan muy peligrosas las despedidas de soltero, los carnavales, el festejo de los egresados universitarios, las pintadas en saludo a las quinceañeras ya que afectarían la "moralidad pública y las buenas costumbres" (capítulo III del proyecto).
Nuevamente la respuesta del poder político es por derecha, castigando y poniendo todo el peso de la ley sobre los sectores más desprotegidos como si estos fueran los principales responsables cuando todos sabemos que para buscar a los culpables se tiene que atacar los negociados de la prostitución, la droga y los secuestros extorsivos en los que encontramos a la policía bonaerense como actor principal.
La media sanción de las reformas al Código Penal vigente abre las puertas nuevamente para darle una autoridad a la policía que el mismo gobernador le había quitado, al permitirle la facultad de sumariar y ampliando el horario de detención de los jóvenes en las comisarías de 12 a 24 horas.
Este proyecto construye bajo la figura de los jueces contravencionales de distrito un Poder Judicial paralelo donde el Ejecutivo viola la división de poderes y la independencia de la Justicia, afectando seriamente los valores republicanos.
A 50 años de Declaración Universal de los Derechos del Niño estos planteos resultan grotescos y la reforma aparece como un atropello a la razón, superando al Macondo de García Márquez. No negamos los hechos delictivos que nos afectan día a día pero tenemos que dejar en claro que el problema de la violencia no se soluciona con más violencia.
-Voluntariado Mariano Moreno
-Grupo 83
-Juventud EDE
Bahía Blanca, Jueves 26 de Noviembre de 2009
COMUNICADO DE PRENSA